A veces uno no se da cuenta de lo que tiene o como vive hasta que la vida te da un duro golpe.
Es lo que me pasó a mi hace poco, vi como toda mi estabilidad se desmoronaba, como una de las personas más importantes de mi vida enfermaba sin remedio alguno, como todo se tambaleaba….y entré en ese pozo. Ese pozo profundo de caos, desconcierto, pena y desasosiego.
No sabía cómo afrontarlo todo a la vez, como salir adelante, y, mucho menos, como salir airosa de la situación…era mucho para mí, estaba acostumbrada a una vida cómoda y segura.
Mis noches me servían de paño de lágrimas, de mirar por la ventana y pedir por favor que todo cambiara, que fuese un mal sueño, que se acabara de una vez.
Una noche, cuando peor estaba, recibí el mensaje de un gran amigo mío desde la lejanía….me decía: “Tranquila, todo saldrá bien. Fíjate una meta y ve paso a paso, cada día uno”.
Junto al mensaje iba la canción “Mujer de las mil batallas”…..un pasito más, que sí se puede, uno y otro más, mujer valiente….
Esa noche decidí llorar como nunca por última vez, decidí empezar a dar pequeños pasitos, en busca de mi meta, tardase lo que tardase.
Es verdad que el tiempo pasaba lento, tenía días mejores y algunos muy malos, pero fui dando esos pasos, con firmeza, determinación y mucho, mucho esfuerzo.
Poco a poco empezaron a cambiar las cosas, iba logrando o ganando pequeñas batallas (tenía mil por conquistar), pero me sentía cada vez más fuerte, cada vez más risueña como soy yo, cada vez más capaz de asomar la cabeza y decir “¡¡Aquí estoy yo!!”, viendo incluso una luz radiante al final del túnel.
Al final lo logré, conseguí llegar a esa meta, y lo mejor de todo no fue alcanzarla, fue las personas que me ayudaron a ello, las experiencias de vida que conseguí……y, sobretodo, demostrarme a mí misma que puedo, que libraría otras mil batallas más con la mejor de mis sonrisas.
Por desgracia la vida no es un camino de rosas…..¡Pero es un camino!, y hay que disfrutarlo, pelearlo, mirarlo y compartirlo…..De eso se trata.
Recorre tu camino paso a paso….lo importante no es llegar a la meta, es vivir el trayecto.
Esperanza Salvatierra.
Gracias Esperanza por tener la valentia de compartir estas palabras tan hermosas y profundas!
Deseo que disfrutes tu camino de vida y nos contagies a todos con tu sonrisa!
Gracias!