«El amor no posee ni será poseído, porque es suficiente en si mismo»

(Khalil Gibran)

 

¿Alguna vez te ha pasado?

 

¿Alguna vez has asociado una canción, un texto apropiado o, incluso una poesía para enlazar una emoción del momento a un acto de amor?

 

¡A mi sí!

 

Seguro que en más de una ocasión te has subido en el tiovivo de los sentimientos, el mismo donde muchas personas deciden montarse para encontrar el valor del amor. Es sorprendente cómo nos subimos acompañados o «tatareando» un fondo musical con un mensaje que deja a las claras, como cada uno de nosotros percibimos el amor de una manera racional y con sentido definido del resultado que queremos alcanzar en él.

Justo ese momento donde podemos llegar a pensar que hemos descubierto la mejor definición de amor: verdadero, único, romántico, mágico, especial y algún otro adjetivo calificativo que invito a tu imaginación y experiencia a poner en juego.

En mi caso, he aprendido como muchas personas hablan del amor pero muy pocos conocen su significado.

 

¿Te sientes sorprendido con esta afirmación que realizo?

 

Piensa en cuantas ocasiones has buscado el significado de amor en una canción, película, poesía o novela (incluso si eres lector de literatura romántica, has podido pensar que, a buen seguro, ibas a encontrar en el interior de ese género literario un amor aún más profundo a lo conocido como «normal»). Hoy en día, te has acostumbrado a que te vendan todo tipo de etiquetas o “locuras”, amparándose todas ellas en el valor del amor, y entonces surge esa necesidad que produce ese mal endémico de esta sociedad; sin ser consciente de ello, eres capaz de comprarlas todas.

Por todo lo anteriormente reseñado, no puedes extrañarte de las relaciones tan disfuncionales que vives, en base a estas etiquetas y patrones, durante las relaciones amorosas que puedes mantener. Contesta a esta pregunta:

 

¿En cuántas ocasiones has comenzado una relación de pareja enfocado en el hecho de poseer a la otra persona?

 

Con este comienzo en una relación no se puede progresar hacia el amor y sí hacia una adicción. Desde esa adicción comienzas a perder tu autenticidad, consigues perderte alejándote de uno mismo y malinterpretando el significado real que tiene que tener una relación. Tus relaciones personales mejorarían si fueras capaz de querer menos a la otra persona implicada y aprendieras a amarte mejor, encontrando de esta manera, el verdadero significado de amor.

 

¿Has amado hasta la “locura” en alguna etapa de tu vida?

 

¿Has logrado que ese amor de “locura” permanezca junto a ti?

 

No me preguntes a mí en que has podido errar o fallar para que esa relación no continúe enriqueciendo tu vida, esa pregunta debes de hacérsela a tu ego. Tu ego llama a estar enamorado <<AMOR>> y claro, así te va. Cuando permites que tu ego tome posesión de una relación, el amor desaparece y en su ausencia permites que el temor viva en ti.

Lo peor de todo es que permites que tome el control de tus pensamientos. Comienzas a confundir porque tu ego confunde estar enamorado, con sentir celos, con querer a las personas con “locura”, a necesitar… con AMOR.

En próximos artículos continuaré invitándote a formar parte de esta aventura llena de amor: Mientras llega ese nuevo momento, permítete un inicio de dialogo con tu ego. Así nos será más sencillo, a ambos, continuar caminando juntos.

 

Adolfo López
Escritor&Coach

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario