Importante:
La rendición comienza el día que decides que tu sueño puede ser sustituido
¿Cómo comienza todo?
Nuestra vida es el resultado de millones de espermatozoides frustrados, en el cual, tan solo uno, ha sido capaz de llegar con éxito a su destino. Somos lo que somos, hoy, porque un espermatozoide “perdido” insistió en su objetivo y tomó la decisión de llegar al final de su meta.
Si partimos desde esta base de razonamiento, marcada por la propia naturaleza, vemos como lo extraordinario, esas cosas que pueden marcar una diferencia importante en nuestra vida, no suelen ocurrir a la primera. Por ello es fundamental que antes de lanzarnos hacia nuestro objetivo, reconozcamos que en nuestro camino aparecerán y viviremos momentos difíciles hasta la consecución del mismo.
Resulta algo más sencillo si tomamos esta vida como un auténtico milagro desde nuestra fecundación y vamos comprobando con nuestro caminar por la vida, como nuestra propia naturaleza no se cansa de seguir intentándolo.
¿Pueden existir momentos donde la desgana y la apatía nos hacen pensar si merece la pena nuestras metas?
Claro que existen esos momentos.
¿Y qué?
¿Abandonamos?
A mí me gusta pensar, por mis propias experiencias vividas, que el plan escogido para ese objetivo, no era el más adecuado para lograrlo, antes de pensar que mis sueños no son válidos.
He aprendido como, cuando creo un sueño, no me conformo solo con el hecho de fracasar “mejor”, escojo fracasar de manera diferente. A partir de ese “momento” fracaso, le dedico tiempo a saber en que he podido “perderme” para alcanzar mi objetivo, mi sueño, y busco la respuesta necesaria que me lleve a su éxito. Porque fracasar también supone aprender, crecer, soñar de nuevo y volver a comenzar.
¿Sabes?
La diferencia entre elegir ser un espermatozoide perdido o un espermatozoide muerto, se encuentra en la pasión que cada persona pone en la consecución por alcanzar saus sueños.
Toma buena nota, yo ya lo he hecho, la palabra derrota se puede invertir para transformarla en un pensamiento positivo. Es retador con las palabras cambiadas. Súmale compromiso, determinación, imaginación y profesionalidad y tú también serás ese espermatozoide tan hermoso, como diferente y perdido.
Adolfo López
Escritor&Coach
#SoyloqueAmo