«El talento no se inventa, se nace con él»

(Alejandro Jodorowsky)

 

Permitirme hoy que sea tal y como soy. Permitirme que os diga cuanto miedo, cuanta responsabilidad y cuanta ilusión, al mismo tiempo, llena mi corazón.

 

Permitirme que comparta mucho del significado de un libro, una historia, unos momentos, una decisión y un valor.

Permitirme que, a la misma vez, guarde silencio. Un silencio lleno de respeto, tranquilidad, vivencias y un valor.

 

¿Cómo me siento?

 

Me siento igual que un padre cuando ve como su hijo decide marchar de casa. Justo ese momento cuando tu mente te habla de que has tomado la mejor decisión y el corazón te dice que no lo dejes ir, que mañana ya no será igual, que hoy es tan solo de unos pocos y mañana puede ser de todo un mundo. Y eso, querido lector, me produce miedo y alegría a la misma vez.

 

Miedo ante lo desconocido que a buen seguro vendrá, y al mismo tiempo, alegría por ver lo pequeño e indefenso que nació y lo hermoso, fuerte y capaz que ha llegado a ser. Un crecimiento desde la humildad, con momentos donde la soledad se veía impregnada por una banda sonora que lo acompaña desde su nacimiento. Con esos momentos de felicidad, cuando ves como personas que te rodean lo hacen suyo y descubren el origen de su autentico valor.

 

Aún recuerdo el instante, esa noche a solas cuando me preguntaste porque tenías que ser solamente para una persona, cuando el mundo es tan grande y todos nacemos para crecer. Con el brillo de tus ojos me solicitabas libertad para marchar, necesitabas darte el privilegio de compartir todo lo que se encuentra dentro de ti. Aún resuenan en mis oídos tus últimas palabras: «soy mucho más de lo que tú ves en mi». Es verdad, eres mucho más, y te mereces ser compartido para que otros disfruten de tu belleza.

 

Vuela mi amor, inicia tu camino de vida y recuerda que siempre estaré aquí para cuando sientas le necesidad de regresar junto a mi. Para sentarnos, abrazarnos, recordar esos momentos que tan sólo nos pertenecen a los dos y así poder contarnos como nos ha ido a cada uno.

 

Sin saber por qué… (http://bit.ly/sinsaberporque)

 

Necesito cerrar mis ojos, al igual que esa imagen que es portada de lo que has llegado a ser. Permitirme que me despida en silencio de él, dejad que ambos compartamos unos minutos de ese valor que sólo un padre y su hijo son capaces de comprender. Permitirme que os diga cuanto de orgulloso me siento de él. Permitirme que os pida que lo cuidéis, que aún es un libro adulto con un corazón de niño y necesita aprender cual es el verdadero significado de la vida…

 

Hasta siempre mi sueño, hoy abandonas la tranquilidad de mi corazón para instalarte en el corazón de cada una de esas personas que piensen, que lleguen a sentir que puedes ser parte de su vida. Cuídalas, porque ellos serán parte de esa nueva familia de lectores con los cuales compartir el auténtico valor que reside dentro de ti.

 

Un valor llamado… ¡AMOR!

 

Cierro de nuevo mis ojos para decirte adiós, para sentir que es lo mejor para ambos, sabiendo cuanto aún podemos aprender el uno del otro.

 

Adolfo López

Escritor&Coach

#SoyloqueAmo

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